Horizon Forbidden West es una secuela de Zero Dawn, que fue un gran éxito. Los desarrolladores continuaron el proyecto y decidieron hacerlo más grande, interesante y multifacético. ¿Cuánto han conseguido hacer? Es imposible responder a esta pregunta de forma inequívoca. En algunos aspectos, el creador del juego, Guerrilla, se excedió y se quedó corto, pero hay que alabar algo. Pero lo primero es lo primero.
El protagonista del juego, Eloy, sigue siendo ingenuo y no siempre lógico. A veces es excesivamente agresiva en situaciones en las que es completamente innecesario, y luego muestra piedad en situaciones en las que se pone en peligro la vida y se corre un enorme riesgo de fracasar en la misión.
En varios momentos los desarrolladores ofrecen al jugador tomar una decisión en nombre del personaje, pero al haber pasado varias veces por el mismo escenario del juego, el jugador se llevará una gran sorpresa cuando se dé cuenta de que, independientemente de la opción elegida, el desarrollo de la trama siguió el mismo camino.
Los antagonistas del juego son objeto de una charla aparte. Parece que los creadores de Forbidden West participaban en una especie de extraño campeonato, en el que se otorgaba el gran premio por crear los villanos más caricaturescos y con las motivaciones más tontas. De lo contrario, es difícil explicar todo este desfile de absurdos.
Sí, la trama de la primera parte del juego era tan confusa, que de vez en cuando los jugadores se encontrarán con un dilema: «¿qué es este personaje?», «¿cuál es su función? Este defecto se traslada a la secuela desde Zero Dawn.
Sobre el fondo del absurdo, repleto de incoherencias de la trama principal, las líneas argumentales paralelas parecen «rayos de luz en un reino oscuro». Tan bien desarrollados están y tan interesantes son sus tramas. También hay detectives, misticismo y dramas psicológicos.
Pero algunas de las misiones que el protagonista tiene que llevar a cabo como parte de la acción principal son al menos desconcertantes. Por ejemplo, una de las misiones: rescatar a cierto joven, que iba con un traje de Adán en la cima de una montaña para encontrar una flor exótica y complacer con ella a su comandante. Sí, esto no es una broma, sino un producto de la imaginación de los guionistas del juego.
Ahora, lo bueno. Lo que hace que Horizon Forbidden West no sólo sea agradable, sino hipnotizante y emocionante, es el aspecto visual. El trabajo artístico y el desarrollo técnico del espacio de juego son dignos de elogio. La imagen es tan realista que, al pasar por el lugar, el jugador puede incluso sentir el viento helado o el calor sofocante de los trópicos.
Hay que alabar a los desarrolladores por haber intentado diversificar al máximo la composición étnica del mundo del juego. Aquí tenemos a los habitantes del desierto, cuyos cuerpos están adornados con espantosos tatuajes. Hay habitantes de la selva que construyen cabañas de bambú y llevan ropa de hojas. Y hay un cierto mundo, que quizás encarna la humanidad degradada.
Al igual que en Zero Dawn, en la secuela la heroína tiene que luchar contra varios monstruos mecánicos de aspecto bestial. Lo único en Forbidden West es que son más realistas y detallados, tanto que puedes llegar a sentir escalofríos con sólo verlos.